21/12/2024
por Nasser Kandil
• ¿Cómo debe uno sentirse al oír que Washington solicita permiso a la autoridad ocupante para suministrar a la Autoridad Palestina equipos y recursos en apoyo de sus operaciones contra las facciones de la resistencia en el campo de refugiados de Jenin? ¿O al leer que las autoridades de la ocupación están considerando la posibilidad de proporcionar apoyo a los aparatos de seguridad de la Autoridad Palestina?
• Ya era conocido que el ejército de la ocupación intentó más de diez veces infiltrar el campamento en Jenin y eliminar a facciones de la resistencia durante la guerra en Gaza. Mientras algunas de estas campañas lograron resultados limitados, infligiendo pérdidas a la resistencia y atacando a algunos de sus miembros, al final no lograron sus objetivos.
• Lo que es más evidente es que la entidad ocupante no le ha garantizado ningún beneficio tangible a la Autoridad Palestina para preservar su prestigio entre su gente, nada que justifique ofrecer estos servicios gratuitos al ocupante atacando a las fuerzas de la resistencia. Mientras tanto, la expansión de los asentamientos continúa sin control, la entidad ocupante se apodera de las asignaciones financieras de la Autoridad y ésta rechaza incluso la pretensión de participar en un proceso político bajo los Acuerdos de Oslo. De hecho, el Knesset aprobó con abrumadora mayoría un proyecto de ley gubernamental que establece que el reconocimiento por parte de cualquier país de un Estado Palestino se considerará un acto de guerra contra la entidad.
• La campaña de la Autoridad Palestina en contra de la resistencia en Jenin equivale a pérdidas totales sin ninguna ganancia, en un momento en el que los Palestinos necesitan desesperadamente unidad y cada gota de sudor y sangre en una lucha que se dirige indiscriminadamente contra todos los Palestinos, con el objetivo de borrar su existencia, tanto si sirven en la Autoridad como si viven en la miseria, tanto si son niños como ancianos, hombre o mujeres.
• Es insostenible, mientras nos esforzamos por convencer a los ciudadanos del mundo de que pidan cuentas a sus gobiernos por sus posturas respecto a la causa Palestina, que la Autoridad Palestina asestara un golpe tan devastador a la causa. Tales acciones dan a los críticos la oportunidad para cuestionar la legitimidad de la resistencia misma: “¿Cómo podemos creer en la existencia de una Resistencia Palestina cuando la Autoridad Palestina, nacida de la Organización para la Liberación de Palestina, reconocido como el único representante legítimo del pueblo Palestino, califica a los que ustedes llaman “combatientes de la resistencia” de meros forajidos a los que hay que perseguir y reprimir, tal y como los describen las autoridades ocupantes?”.