El Gobierno de Netanyahu y el Gabinete Reducido Aprueban el Acuerdo de Gaza, Ben Gvir Sale de la Coalición / Macron en Beirut: Reafirmando el Papel e Intereses de Francia, Llamando por el Consenso del Gobierno
Salam y el Dúo Cubren la Mitad de la Distancia Hacia el Acuerdo, el Optimismo Cauto Espera los Detalles
18/01/2025
El redactor político escribe
Itamar Ben Gvir ha salido del Gobierno de Benjamin Netanyahu, pero el propio Gobierno permanece intacto. Sin embargo, los asentamientos de Cisjordania quedan ahora excluidos de la agenda del Gobierno, aunque el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, permanezca temporalmente en el cargo. La ausencia de una visión estratégica para el futuro de la entidad ocupante ha sentado las bases para nuevas rondas de confrontación. El proyecto de eliminar la resistencia en Líbano y Gaza ha fracasado, dejando una frágil coexistencia basada en el éxito temporal de desmantelar las capacidades clave de la resistencia y establecer una fórmula que limite las amenazas directas a la seguridad de la entidad.
Sin embargo, no se ha asegurado ninguna red de seguridad existencial, ya que la capacidad de los movimientos de resistencia ha demostrado ser capaz de recuperarse mientras su núcleo permanezca intacto. Esto ha obligado a la entidad a aceptar los acuerdos de alto al fuego que exigen la retirada de los territorios ocupados. El fracaso a la hora de desplazar a la población indígena o ampliar los proyectos de asentamiento agrava aún más la situación. Lo que la entidad fue capaz de lograr en esta guerra es poco probable que se repita en una guerra futura, y lo que no logró seguirá siendo inalcanzable. Esto hace que la entidad ocupante se enfrente a amenazas existenciales para las que ninguno de sus dirigentes tiene soluciones viables, mientras que el consenso mundial se inclina cada vez más por las resoluciones políticas en lugar de la guerra.
El reconocimiento de los derechos Palestinos y el reconocimiento de un Estado Palestino como parte de una solución son percibidos como una amenaza existencial por la entidad, lo que se refleja en la legislación de la Knesset a tal efecto.
En Líbano, la visita del Presidente francés Emmanuel Macron subrayó la determinación de Francia de mantener su influencia y asegurar sus intereses en un contexto de pérdida de influencia en África y de rechazo en Siria debido a la oposición Turca. El Líbano es una puerta de entrada potencial para el restablecimiento de Francia, especialmente con vistas a plataformas comerciales y futuros proyectos de reconstrucción en Siria.
Sin embargo, las expectativas Libanesas respecto a Francia se centran en dos áreas clave. En primer lugar, hacer cumplir la Resolución 1701, especialmente para garantizar la aceleración de la retirada de la entidad ocupante y el fin de las violaciones aéreas de la soberanía Libanesa. Tales medidas tranquilizarían a los residentes del sur en el sentido de que la zona al sur del Río Litani no es una frágil zona de seguridad, sino una región estable para la inversión y la vida segura, una realidad sostenida por el modelo de disuasión de la resistencia desde 2006 hasta 2024. La segunda, es la cuestión de la exploración de petróleo y gas en la zona económica del Líbano, en particular en los bloques asignados a TotalEnergies, a la espera de que la empresa vuelva a la acción.
En el plano político, Macron alentó el consenso para acelerar la formación de un gobierno inclusivo, allanando el camino para un comienzo sin sobresaltos del nuevo mandato presidencial. La reunión inicial entre el Primer Ministro designado, Nawaf Salam, y el Presidente del Parlamento, Nabih Berri, desprendió un cauto optimismo, ya que, al parecer, recorrieron la mitad del camino hacia un acuerdo. La decisión final sobre si el dúo Amal-Hezbolá participará en el gobierno o lo boicoteará depende de detalles pendientes por aclarar.
