13/12/2024
por Nasser Kandil
• La resistencia enfrenta batallas políticas y culturales sobre su narrativa estratégica, en especial desde que aceptó las negociaciones de un alto al fuego y la implementación de la Resolución 1701. Tras la aprobación del acuerdo y su disposición a cumplir sus compromisos, incluida la retirada del sur del Río Litani, la resistencia ha buscado probar una innegable verdad que muchos intentan desestimar: no se puede confiar en la Ocupación, independientemente de acuerdos o garantías. La única protección para el Líbano sigue siendo la resistencia.
• En las dos semanas desde que se declaró el alto al fuego, la resistencia ha urgido al gobierno y los garantes del acuerdo a frenar las violaciones Israelíes, limitando su respuesta a una única operación de advertencia.. Esta medida mostró la disposición y capacidad de la resistencia, al tiempo que daba prioridad a los canales diplomáticos. Este planteamiento avergonzó a los patrocinadores Estadounidenses y Franceses del acuerdo, poniendo de manifiesto su incapacidad para frenar las flagrantes violaciones Israelíes o incluso negar su ocurrencia. Cada día que pasa, su vergüenza es mayor.
• Los eventos en Khiam son el ejemplo exacto. Ayer, el Ejército de la Ocupación se retiró de la ciudad, entregándola a las tropas de las FPNUL y subsecuentemente al Ejército Libanés. Sin embargo, la ocupación no tardó en violar el alto al fuego atacando a civiles después de que el Ejército y las FPNUL se hubieran desplegado. Esta secuencia de eventos dejó claro que Israel aplica el acuerdo en sus términos, tratando la retirada como algo independiente del cese de las violaciones. La vergüenza resultante ha pasado ahora de los patrocinadores y garantes del acuerdo al gobierno y el Ejército Libaneses.
Esto es particularmente importante dada la retórica opuesta a la resistencia, que afirma que el apoyo internacional y la legitimidad del Estado libanés y su ejército son suficientes para disuadir la agresión israelí. Sin embargo, las violaciones de Israel -impulsadas por el descontento interno israelí que rechaza cualquier pretensión de victoria por parte de su ejército o gobierno- envían un mensaje diferente: “Seguimos victoriosos y hacemos lo que nos da la gana”. La realidad es que nada disuade a Israel excepto la fuerza, y la única fuerza capaz de hacerlo es la resistencia.
• Los últimos y próximos días de implementación del alto al fuego ofrecen una prueba de si la legitimidad Libanesa, reforzada por el respaldo internacional, puede proteger al país. Sin embargo, gracias a la moderación y paciencia de la resistencia, los acontecimientos han demostrado lo contrario.
• Los habitantes del Sur, cuyas alternativas son el centro de esta lucha y el público objetivo de las narrativas rivales, descubren a diario que su seguridad y su tranquilidad están directamente ligadas a la fuerza de su resistencia. Ven claramente que nada ni nadie puede impedir la agresión criminal de Israel, salvo el poder de la resistencia.
Este periodo sirve de esbozo para un debate nacional que puede tener lugar en los próximos meses. Los acontecimientos documentados de estos días constituirán sin duda su base.