27/12/2024
Nasser Kandil
• El Ex Primer Ministro Fouad Siniora, quien constitucionalmente lideró las negociaciones y aprobó la Resolución 1701 por parte de Líbano mientras el Vocero Nabih Berri actuaba como negociador político, declaró que Hezbolá se dispone a socavar su compromiso con el acuerdo, al igual que hizo tras la aprobación de la resolución. Siniora pidió al Vocero Berri que cumpliera sus obligaciones en virtud del acuerdo.
• Desde que Siniora Revisa la Resolución 1701 y atribuye la situación actual al supuesto incumplimiento de Hezbolá, es justo evaluar la aplicación de la resolución para determinar la exactitud o parcialidad de las afirmaciones de Siniora.
• Siniora criticó la postura actual de Hezbolá sobre las recientes violaciones Israelíes y su percibida inacción, declarando: “Los ciudadanos Libaneses ven ahora estas declaraciones, excusas y justificaciones como una falta de seriedad porque Líbano hizo un compromiso. Déjenme reiterar: esta resolución -la Resolución 1701- debía ser aplicada por Hezbolá desde el momento en que se publicó en 2006. Si bien es cierto que Israel también tenía obligaciones en virtud del mismo, y no las ha cumplido, eso no absuelve a Hezbolá”.
• Esta fusión de los compromisos de Hezbolá con los de la entidad ocupante para difuminar las responsabilidades es una clara distorsión. Siniora tacha estas obligaciones de meras «declaraciones, excusas y justificaciones», a pesar de que la resolución describe claramente las obligaciones secuenciales. Cualquiera que lea el documento puede reconocer este orden secuencial, así que ¿cómo puede alguien que negoció, aprobó y firmó la resolución no reconocer el orden de estas obligaciones, que se formalizaron en un refrendo oficial Libanés?
• La Resolución 1701 esboza un enfoque por fases, con las cláusulas 1 a 7 que abordan una fase inicial de cese de hostilidades. La Cláusula 2, pide el cese inmediato de las actividades de combate y estipula: “Tras el cese total de las hostilidades, exhorta al Gobierno del Líbano y a la FPNUL, según lo autorizado en el párrafo 11, a que desplieguen sus fuerzas conjuntamente en todo el sur y exhorta al Gobierno de Israel a que, cuando comience ese despliegue, retire paralelamente todas sus fuerzas del sur del Líbano”.
Hezbolá se adhirió al cese de hostilidades. El Ejército libanés y la FPNUL se desplegaron posteriormente, tal y como se les había encomendado.La resolución también exigía a la entidad ocupante que se retirara de los territorios de los que se había apoderado, reiterando en la cláusula 4 “su firme apoyo al pleno respeto de la Línea Azul”. Sin embargo, aparte de las zonas disputadas antes de la guerra de 2006, que se abordan en la cláusula 10, Israel no se ha retirado de la parte libanesa de la aldea de Al-Ghajar, tomada durante la guerra de 2006. Además, continúa con sus violaciones aéreas, marítimas y territoriales, todas las cuales deberían haber cesado durante esta fase. Líbano, como Estado y resistencia, cumplió todas sus obligaciones, mientras que Israel ha incumplido sistemáticamente sus compromisos.
• En la cláusula 8 de la resolución se pasa a una segunda fase, en la que se pide un alto el fuego permanente y una solución a largo plazo, y se afirma lo siguiente “pide a Israel y al Líbano que apoyen un alto el fuego permanente y una solución a largo plazo basada en los siguientes principios y elementos: pleno respeto de la Línea Azul por ambas partes; disposiciones de seguridad para impedir la reanudación de las hostilidades, incluido el establecimiento entre la Línea Azul y el Río Litani de una zona libre de todo personal armado, bienes y armas que no sean los del Gobierno del Líbano y de la FPNUL, tal como se autoriza en el párrafo 11”.
• Siniora es muy consciente de que no se puede esperar que Líbano y la resistencia apliquen los requisitos de la cláusula 8, incluido el establecimiento de una zona desmilitarizada al sur del Río Litani, hasta que la fase inicial -el fin de las hostilidades- esté totalmente concluida. El fracaso en la conclusión de esta fase recae enteramente en la entidad ocupante, que ha descuidado sus obligaciones a pesar de que Líbano y la resistencia cumplen con las suyas. El argumento de Siniora, por tanto, sirve para exonerar a Israel desviando la atención y la responsabilidad.
• La dinámica que siguió a la Resolución 1701 resurge ahora de otra forma. A pesar de las atroces violaciones Israelíes -calificadas por el Primer Ministro Libanés Najib Mikati de poner en peligro el acuerdo y reconocidas por representantes Estadounidenses y Franceses como flagrantes incumplimientos- la resistencia no ha respondido. Estas violaciones suscitan preocupación sobre la sostenibilidad del acuerdo y ponen de manifiesto el persistente incumplimiento por parte de la entidad ocupante.