28/12/2024
por Nasser Kandil
• Wadi al-Hujayr fue un punto crucial en la guerra de julio de 2006, marcada por la devastadora emboscada de la resistencia a los tanques Israelíes, una masacre que obligó al gobierno de la entidad ocupante a buscar un alto al fuego y aceptar las condiciones de Líbano recogidas en la Resolución 1701.
• En esta guerra, el ejército de ocupación entró en Wadi al-Hujayr durante el alto al fuego, tras no haberlo hecho con sus carros de combate durante el combate activo. Esto ocurre cuando se cumple el primer mes del plazo de dos meses para la retirada de las fuerzas de ocupación y la estabilización del alto el fuego. Sin embargo, durante este periodo, las fuerzas de ocupación sólo han conseguido retirarse de la ciudad de al-Jiam, según informa The New York Times citando a un funcionario de la ONU.
• Durante el primer mes del alto al fuego, la ocupación violó el acuerdo en un aproximado mil veces. Estas violaciones incluyeron actos atroces como la destrucción despiadada de viviendas sin justificación, el arranque de olivos y huertos, la demolición de viviendas, mezquitas y otros lugares de culto, e incluso el derribo de vías públicas. La ocupación nunca se ha adherido realmente al alto al fuego, sino que ha intentado utilizar la tregua como plataforma para proyectar fuerza y ganar la guerra propagandística contra la resistencia. La población del sur del Líbano está cada vez más exasperada y espera con impaciencia el momento de la confrontación, aunque el coste de ésta pueda ser la vuelta a la guerra, una guerra que la resistencia ha intentado por todos los medios acabar definitivamente.
• En Wadi al-Hujayr, la resistencia ha vuelto a trazar una línea roja. Tras un mes de estricto cumplimiento de los términos del acuerdo, la Resistencia declara que, si persisten tales violaciones, no permanecerá de brazos cruzados e invocará su derecho a la autodefensa, tal y como se estipula en el acuerdo. Este mismo derecho es el pretexto que utiliza la ocupación para justificar sus acciones criminales, calificando todo lo que desea de “amenaza” que justifica la eliminación sin rendición de cuentas.
• La marca de un mes sirve de mensaje claro al gobierno y al ejército Libanés: la situación estallará a menos que se tomen medidas antes de la fecha límite. La ocupación sólo respeta los acuerdos bajo fuego, y Estados Unidos, como patrocinador del acuerdo, puede recurrir a medidas que inquieten a la entidad ocupante y a sus dirigentes.
• A medida que se acerca el plazo de dos meses, cualquier presencia restante de la ocupación en los territorios Libaneses marcados por la Línea Azul obligará al pueblo al que pertenece la resistencia a tomar las medidas necesarias para obligar al ejército ocupante a retirarse.
